
Ingredientes:
2 chiles rojos frescos (ajustar según el nivel de picante deseado)
2 dientes de ajo picados finamente
1/2 taza de azúcar (puedes usar azúcar moreno o blanco)
1/4 taza de vinagre de arroz (puedes usar vinagre blanco si no tienes)
1/4 taza de agua
1 cucharada de salsa de soja (opcional)
1 cucharada de maicena (fécula de maíz)
1 cucharada de agua adicional para disolver la maicena
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de jugo de limón (opcional, para un toque ácido extra)
Preparación:
- Corta los chiles rojos y retira las semillas (si quieres reducir el picante). Pícalos finamente o puedes licuarlos junto con un poco de agua para que queden más integrados en la salsa.
- En una cacerola pequeña, combina el azúcar, el vinagre de arroz, el agua, los chiles picados (o licuados), el ajo picado y la sal. Lleva a ebullición a fuego medio, removiendo constantemente para disolver el azúcar.
- Una vez que la mezcla haya hervido, reduce el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante unos 5-7 minutos. Esto permitirá que los sabores se integren bien y la salsa comience a espesar un poco.
- En un recipiente pequeño, disuelve la maicena en la cucharada de agua adicional. Agrégala lentamente a la mezcla de la salsa mientras revuelves constantemente para evitar grumos. Cocina la salsa durante 1-2 minutos más, o hasta que haya espesado a la consistencia deseada.
- Si lo deseas, puedes agregar la salsa de soja para darle un toque umami y el jugo de limón para un toque ácido fresco. Prueba la salsa y ajusta de sal o azúcar según tu gusto.
- Deja que la salsa se enfríe un poco antes de usarla. Puedes almacenarla en un frasco de vidrio en el refrigerador por hasta dos semanas.
- Esta salsa es ideal para acompañar rollos primavera, empanadillas, carnes a la parrilla, mariscos, o incluso como aderezo para ensaladas.